Cómo el plato de cuchara caliente en un día de invierno.
Esto es lo que significa para mi el sector inmobiliario.
Si me paro a pensar en la primera vez que sentí ‘‘algo’’ por este mundillo fue en el 2008.
Llegaba a casa después del Instituto y lo único que se veía en las noticias en aquellos años era crisis. Mucha crisis. Mucha mucha crisis.
Siempre recordaré el momento:
Un plato de lentejas caliente encima de la mesa, 6 grados en la calle y un día de lluvia. Que frio coño.
En mitad de la comida, un speech que en aquel entonces no entendí pero que dejó algo grabado en mi:
‘‘Mirad esto, he estado mirando para montar una inmobiliaria y me están ofreciendo ser el gestor de una obra aquí al lado de casa’’
Gilipollas de mi (que ya lo era por aquella época), espeté:
‘‘Pero si estamos en crisis, ahora nadie quiere construir casas, sale en la tele’’
‘‘Pues por eso justamente, cuando todos miran hacia la derecha el premio está en la izquierda’’.
Los siguientes meses a aquella conversación el salón de mi casa fue algo parecido a un campo de guerra.
Mi padre tenía una mesa en L en una esquina del salón donde tenía más de 2.022 papeles, planos, folletos de inmobiliarias…
Yo estaba en aquella época en la que uno es gilipollas por las hormonas. Me importaba todo una mierda, nos saltábamos las clases cada vez que podíamos y estábamos con el tonteo de los porritos.
Pero claro, tenía ya la edad suficiente como para empezar a entender qué se estaba cocinando a pocos metros de mi cama.
Esta parte te la resumo rápido, no quiero que parezca lo que no es.
(Por lo que recuerdo).
Mucha gente incitándole a estarse quieto.
Grandes promotores de la zona riéndose y ofreciéndole una ayuda por quitarle el ‘‘marrón’’ de encima.
Lo típico que uno escucha cuando quiere emprender algo.
El resto de la historia más o menos la conoces, aquí seguimos.
Pero desde aquel día hay algo en mi que ha ido creciendo en contadas situaciones que hacen que hoy esté enamorado del sector inmobiliario.
Tiene sus fallos.
Sus desventajas.
Sus problemas.
Pero me encanta.
Me encanta desde aquel verano en el que iba con la chica de mis sueños paseando por Ibiza y aprendiendo a como captar propiedades.
Me encanta desde que estaba en Granada e intentaba jugar a las casitas ‘‘gestionando’’ las reservas del complejo rural.
Me encanta desde que me llamaron para ofrecerme volver a la isla, a la empresa familiar, a seguir el camino que llevaba tanto tiempo deseando caminar.
Pero todo comenzó, desde aquel día en el que vi como se forjaba una inmobiliaria que daría lugar a todo lo demás, desde aquel día estoy loco por este sector.
Ni te imaginas la cantidad de relaciones y negocios que nacen del sector inmobiliario.
Me parece muy bien que compres acciones de Microsoft, pero que venga Gates a ofrecerte un negocio paralelo en una cena.
Está de puta madre que tengas bonos del estado y Bitcoin, pero dile a Satoshi que has encontrado otro proyecto en el que podéis entrar juntos y sacar un 50%.
Las relaciones personales que se forjan a través del sector inmobiliario NO tienen precio.
Como tampoco tiene precio mi guía Análisis para NO pardillos, por que no estará disponible hasta final de 2022.
*** En honor a Mastercard y después de muchas líneas de sentimentalismo, tenía que soltarla, ya me conoces.
Es cierto que no hay mejor forma de conocer algo que viviéndolo (como Samanta Villar con su programa 21 días), lo que me ha llevado a conocer las 3 grandes desventajas del sector inmobiliario.
Las 3 son las principales, pero tú puedes tener otras en mente.
Estas 3 ventajas las resumí en un artículo (entrevista) que me hicieron El Blog Salmón y que te invito a que leas, aquí.
La primera de ellas es la iliquidez.
Todos los aquí presentes conocemos por experiencia propia o de algún familiar/amigo lo que se tarda en vender una propiedad.
Los 2 o 3 meses si está a precio de mercado no te los quita ni el Papa Francisco.
¿Qué pasa si tienes la urgencia de recuperar parte del dinero?
Que o vendes un 20% por debajo del precio de mercado o estás perdido.
La segunda es la burocracia.
Creo que es la parte que más odio del sector, la puta burocracia. Entre los bancos, la notaría, los registros, la comunidad de propietarios, la gestoría y el resto de actores te encuentras con 3 meses de espera y 200 documentos que son necesarios.
Que pereza pensamos todos.
La tercera y última es la necesidad de un capital elevado para comenzar.
Aquí en las redes sociales están los que a los bancos les conceden el 100% y les regalan el boli que está atado con un cordoncillo.
Pero a los que de verdad hemos pasado por este camino muchas veces sabemos que si pasas del 80-85% es un milagro.
Una vez leí que una gran parte de la sociedad no consigue ahorrar ni 50€ al mes. ¿Cómo vamos a conseguir ahorrar entonces un 15-20% para empezar a invertir en este sector?
Dentro de mi corta trayectoria en el mundillo startup, he podido darme cuenta de que todo nace de un problema.
Puedes tener una solución muy buena, pero si no solucionas nada (y nadie te paga por ello) es papel mojado.
Estas 3 desventajas que tiene el sector inmobiliario son los principales pilares en los que yo me basaría para pensar un proyecto proptech.
Espero que te sirva de algo (tengo las encuestas de validación que hice, por si las necesitas). Compartir es vivir dicen.
Si pasas de largo perderás el pelo y dinero.
Si has invertido en el sector inmobiliario o estás pensando hacerlo, me juego dos cervezas contigo a que en tu mente han aparecido los seguros.
¿Seguro del hogar?
¿Qué seguro tengo que tener para estar tranquilo?
¿Por qué me metí yo en esto con la pereza que me da todo el papeleo?
Todos queremos tener todo atado en corto pero no queremos complicarnos la vida. Y ya lo sabes, tratar con aseguradoras es un coñazo.
Cuando la gente usa Tuio, no pierden el dinero o la salud comprando ibuprofenos o haciéndose injertos de pelos. Desde entonces 9 de cada 10 farmacéuticas y centros de trasplante capilar no nos recomiendan. Yo tampoco lo haría.
A todo el mundo nos interesan 3 cosas:
Saber cuánto vamos a pagar.
Saber qué coberturas tenemos.
No calentarnos la cabeza guardando papeles.
Una app. Un seguro. Un centro en tu mano donde controlar todo al instante, como el chocolate de la tele.
PD: y sin permanencia, pero eso se supone que es la vieja confiable de todos los productos, ¿no?
PD1: si te pica la curiosidad por saber cuánto y por qué pagarías con nosotros el seguro, aquí.
PDHooL: tengo pocas ediciones hasta mitad de año, pero si te interesa patrocinar alguna edición de esta newsletter, aquí.
Ahora quiero dejarte con la miel en los labios.
Un poquito solo.
Las siguientes Newsletter que tengo preparadas son:
Oportunidades Emergentes: estudiando a fondo el Flipping Inmobiliario.
Método BRRR (y no el que usa Omar Montes).
Cómo tener una segunda residencia y no morir en el intento.
Un estudio de un caso real: análisis completo + estudio financiero + el Excel (el que usan los de la comunidad de NO pardillos).
Nuestra última operación donde traspasamos un proyecto por 150.000€ limpios.
Y más, mucho más.
PD: hay un ejercicio de sinceridad que se está extendiendo desde hace tiempo y quiero unirme a él.
Voy a intentar venderte cosas.
¿Cuándo? Ni idea. Pero lo intentaré. (Normalmente suelo avisar, para que no se me ofenda nadie).
Así que si esto te incomoda, puedes usar el botón de cuerda huida en el de desuscribirte.