Hace 1 mes fui padre.
De una niña preciosa.
¿Qué iba a decir yo si no?
Siempre había escuchado miles de frases repetidas sobre los hijos:
‘‘Le dan sentido a la vida’’.
‘‘Son lo mejor que hay’’.
‘‘Te dan alegría en los momentos que te falta’’.
Y todo eso es cierto, totalmente cierto.
Pero a mi, se me pasan otras cosas por la cabeza.
Uno de mis mayores miedos no es desaparecer, no es morir.
Puede ser que sea injusto que diga esto mientras está a 1 metro durmiendo tranquila y segura de saber que estamos a su lado.
Pero mi principal preocupación es su futuro.
Y sobre todo, su futura situación económica.
El mundo está mejor que antes, pero se está poniendo difícil.
Poco a poco somos más pobres aunque intenten vendernos que no, que vamos como una moto y que somos referentes económicamente.
Estamos mejor que hace 50 años pero podríamos estar mucho mejor.
Las próximas generaciones pagarán nuestras decisiones presentes y eso me genera demasiada incertidumbre.
Desde pequeño me ha gustado invertir.
Me gusta generar dinero por el simple hecho de generar dinero.
Me parece la mejor de las artes, llámame especulador o capitalista.
El hecho de crear dinero de la nada me apasiona. No hago proyectos por tener más numeros en la cuenta (qué también) si no en gran medida por la adrenalida de saber que se está generando gracias a mi.
Hasta hace 1 mes.
Desde que miré a los ojos a mi pequeña la primera vez que la bañamos la cosa ha ido cambiando cada día.
Y seguro que seguirá cambiando.
Soy padre primerizo, por lo que ni te tomes tan enserio mi reflexión, ni mis palabras… es más una carta a mi mismo.
Desde aquel día, me di cuenta de que existe un motivo superior para hacer lo que hago.
Y no es para nada más que para jugar a la hora del te con ella dentro de un par de años.
Para verla crecer.
En estos 30 días me he dado cuenta de que podría haber hecho las cosas mucho mejor en muchos ámbitos.
Podría haber ido a entrenar más.
Podría haber leído y estudiado más.
Pero he entendido que cuando esto pasa es que no tenemos un por qué suficientemente fuerte.
Y el mío,el que me ha cambiado, se llama Valentina.
Estoy orgulloso de que mi padre y mi abuelo me inculcasen la inversión inmobiliaria como forma de generar rentas, creo que es el mejor método que traspasa generaciones.
Puedo comprar un piso, alquilarlo y que en el futuro esté libre de cargas para ella.
El sector inmobiliario nos permite pasar de generación en generación algo muy bonito, como es el largoplacismo.
Comprar algo que disfrutarán las siguientes generaciones.
Hoy no sé si estás aprendiendo algo, pero yo estoy feliz de contarte esto.
Creo que mi labor de compartir formación e información inmobiliaria ha ayudado, ayuda y ayudará a muchas personas como yo que solo buscan un futuro mejor.
Un futuro mejor para las siguiente generaciones.
Así que si crees que el contenido hasta ahora ha sido bueno, ahora tengo un motivo más grande para crear mejores cosas.
Cosas que ella misma pueda leer y aprender el día de mañana.
Un fuerte abrazo, gracias por estar aqui, siempre siento vuestro calor.
Julio.
PD: he actualizado un par de cosas sobre los patrocinios, aquí.
PD1: no sé si este tipo de reflexiones te gustan, pero se agradece de corazón cualquier comentario un like.
Antes de nada, enhorabuena por el nacimiento de Valentina ❤️
Quería agradecerte todo el contenido que compartes siempre, pero muy en especial agradecerte el de este último correo; la sociedad que me rodea no piensa de la misma forma a la que haces referencia en dicho correo y que yo comparto aunque simplemente sea un tieso con ganas de llegar a más. Con este correo me ayudas quitar de mi cabeza la idea de que soy un bixo raro y que es posible que no esté tan equivocado.
Nuevamente muchas gracias y Enhorabuena!
Gracias por la reflexión con la que estoy totalmente de acuerdo. Vivan esas generaciones anteriores (padres, abuelos, bisabuelos...) que tuvieron muy buen ojo, trabajaron duro y crearon un patrimonio para que las generaciones futuras tuvieran menos preocupaciones. Yo soy de esas afortunadas y espero ser capaz de transmitirle a mi hija que ahora tiene 10 años el valor tan enorme que esto tiene y la importancia de este legado que va pasando de generación en generación. Enhorabuena por tu reciente paternidad! Te sigo leyendo!