Son las 12:30 y ya sabemos el resultado del Sorteo del Niño de este año.
Nada.
Ayer hablábamos de la ilusión donde nos planteábamos dar la entrada a una vivienda.
Hoy la realidad ha vuelto.
Hacíamos castillos en el aire y después de la primera cerveza viendo el sorteo nos hemos dado cuenta de que se han derrumbado.
Esto me recuerda mucho a un error tan frecuente en el mundo inmobiliario que directamente cuando un cliente entra por la puerta le digo:
‘‘¿Has hablado ya con tu banco?’’
La gente no tiene ni puta idea de cómo comprar una casa.
Y es normal.
Nos enseñan a hacer derivadas triples dobles con medio tirabuzón en el instituto pero no nos enseñan a algo tan simple como comprar una casa.
O hacer la declaración de la renta.
Como regalo de Reyes de mi parte, te dejo este consejo que te ahorrará falsas ilusiones y mucho tiempo:
No te plantees comprar sin haber visitado a tu banco antes.
Sin saber qué vivienda puedes permitirte.
Porque no hay nada peor que ilusionarse con un hogar y luego darte cuenta de que no puedes permitírtelo.
Será el banco quien con varios datos tuyos te dirá qué puedes comprar.
O cuánto puedes endeudarte.
Este es uno de los simples trucos que he aprendido a lo largo de los últimos 9 años estando en más de 300 compraventas.
Porque si contase operaciones frustradas podrían ser más de 1.000
Hace tiempo decidí crear la guía para comprar tu primera vivienda.
En ella enseño una forma de calcular tú mismo qué vivienda te puedes permitir sin necesidad de ir al banco.
Sin perder tiempo.
Un documento donde desnudamos el proceso completo de una compraventa.
Y sus trucos que sólo se aprenden después de haber pasado por ese proceso centenares de veces.
PD: a mi no se me ocurre mejor regalo de Reyes.
PD1: el email del lunes, prepárate.