Hacerte tu propia casa sin que te den 7 infartos.
Mucha gente sueña con hacerse su propia casa.
Hasta tu vecina la del quinto. Sí, la del moño. La Paqui, la que tiene la hija la Chari allí en la peluquería donde la Antonia.
Tu sabes.
Hoy hablaremos sobre esto.
Autopromoción inmobiliaria.
El patrocinador de hoy es:
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Como todo en esta vida, tiene un lado bueno y un lado malo.
Y como me gusta dejar lo malo para el final, empecemos por las ventajas que tiene hacerte tu propia vivienda.
Ahorro económico
Sí.
Ahorras pasta.
El beneficio que los promotores ganan (o ganamos), te lo quedas para ti.
Y el beneficio de la inmobiliaria que te venda esa obra nueva, también.
Al final, hacerte tu propia vivienda supone un ahorro económico bastante elevado. No nos engañemos, un 25-35% en esas cantidades da para muchas mariscadas sindicalistas.
El hogar de tus sueños
Ha quedado pasteloso, pero es la verdad.
Si te haces tu propia vivienda, puedes hacértela como te de la gana. Nadie te va a decir si puedes o no puedes hacer algo. También, dentro de lo que cabe, puedes decidir la ubicación siempre que haya un terreno disponible.
Poder plasmar lo que tienes en la cabeza es algo que solo podrás hacer si eres tú mismo quien está haciendo la casa.
Control total
Este mola.
Puedes tener el control total de todo lo que pasa en tu vivienda.
Qué profesionales nos van a llevar la obra.
Qué cambios queremos realizar en plena obra sin que venga nadie a decirnos que se puede o que no se puede.
Qué materiales van, en que plazo se colocan y lo más importante, cómo se colocan.
Vas a tener el control absoluto de todo lo que pase en tu vivienda y vas a poder corregir muchos errores que los que compran a una promotora, no pueden.
Enchufes que falten.
Luces que no estén en el sitio indicado.
Pequeños detalles de la vivienda que no te das cuenta si no pasas todos los días.
Y no solo esto, el tiempo de terminación de la vivienda será inferior al de una promoción normal.
No es una locura decir que una autopromoción puede tardar 3/6 meses que una obra normal.
Por último, si te queda sin un duro, o pasa lo que sea, puedes paralizar la obra sin problema. Si esto te pasase con una promotora, quien sabe lo que podría pasar.
Ahora, sin introducción y sin nada, vayamos a las desventajas más claras que encontramos:
Sin conocimientos eres un merluzo
Controlar una obra es complicado de cojones.
Pues imagínate a alguien sin experiencia.
Si no tienes ni puta idea de lo que es una obra, deberás contratar profesionales que realmente se impliquen en la construcción.
Y olvídate de contratar la construcción por partidas, es decir, subcontratando cada parte como estructura, instalaciones, etc por separado, si no te vas a morir en el intento.
Como consejo, una constructora que te de llave en mano podrá aconsejarte sobre sus técnicos habituales.
Investiga quienes son, qué hacen, qué otras obras han hecho juntos…
Un buen técnico tiene que visitar la obra 2 veces por semana. Si no, alerta roja.
Será importantísimo que te fíes de tu sexo sentido para calar a las personas y ver en quien puedes confiar y en quien no.
Vas a pasar muchas horas pensando
Esto solo lo sabe quien se ha hecho una casa.
Vas a pasar decenas de horas pensando, ajustando, cambiando todo tipo de detalles de la vivienda.
Crees que sabes cómo la quieres y qué tendrías que decidir, pero ya te digo yo que NO tienes ni puta idea.
Confía en mi, palabra de promotor.
Financiación complicada
Empezamos a llegar a la chica de este email, solo apto para los verdaderos lectores de esta Newsletter.
Para realizar este proyecto, solicitarás una hipoteca que se llama hipoteca autopromotor.
Para que te hagas una idea, el dinero te lo van entregando conforme va avanzando el proyecto.
Unos plazos y porcentajes estándars son los siguientes:
50% al inicio de las obras para afrontar los primeros gastos de comenzar una obra que suelen ser bastante elevados.
30% a mitad de obra que se fragmentará en diversos hitos valoradas siempre por los técnicos. Por ejemplo, una parte a la finalización de la tabiquería, otra parte a la finalización de las instalaciones…
20% restante a final de obra. Dependiendo de lo que te quede por pagar a la constructora así te darán. Pero vamos, que suele estar todo siempre cuadrado al milímetro.
Como en un préstamo normal, suelen conceder el 80% del valor de tasación de la obra de la vivienda. El plazo puede llegar hasta los 30 años y puedes solicitar hasta 24 meses de carencia, para empezar a pagar una vez la vivienda esté finalizada y no antes.
Pagarás intereses, por el capital dispuesto, de eso no te libra nadie.
Lo malo que tiene es que para que te lo concedan, debes haber invertido ya bastante pasta.
Te cuento.
Para que te concedan un préstamo autopromotor debes acreditar tener una licencia de obras.
Es solo un papel, vale. Pero para que te lo den, debes haber contratado al arquitecto para que te haya presentado el proyecto.
Y también, debes tener el solar el propiedad sin cargas.
Con sus impuestos pagados y todo al día.
Es mucho dinero que tienes que poner tu de tu bolsillo para afrontar este proceso.
Ahora bien, vamos a crear una secuencia lógica y normal de cómo sería el construir tu propia vivienda para que tengáis un organigrama sencillo.
Arquitecto. Busca un buen arquitecto que te ayude en los procesos previos a que prepare su proyecto como estudio geotécnico. Te lo pongo antes que buscar el lugar ya que necesitarás que alguien te diga si en el solar que quieres se puede construir tu vivienda.
Busca el lugar. Aquí poco te puedo decir más allá de todas las recomendaciones que voy diciendo a lo largo de los meses por esta newsletter.
Diseño de la vivienda y toma de decisiones. Junto con el arquitecto una vez confirmado que los metros que quieres se pueden hacer, la forma de la vivienda y tal, toca romperse la cabeza con el interior.
Licencias y trámites. Con un buen arquitecto, esto es sencillo. Es simplemente esperar.
En pararelo con el paso 4, busca arquitecto técnico y constructor. El arquitecto te dará unas mediciones, con eso, se las entregarás a los constructores y te darán precio.
Inicios de obra y ejecución. Aquí poco puedes hacer si no tienes experiencia. Y si la tienes, poco puedo enseñarte.
Fin de obra y trámites finales. Aquí entran papeleos que los técnicos te solucionarán. Se redactará el libro del edificio, obtendrás el certificado final de obra, la licencia de primera ocupación, el certificado energético… En fin, papeles.
Y hasta aquí, la news de esta semana.
Nos vemos en 7 días.