Aprende a perder una batalla para ganar la guerra.
Atento.
No siempre tienes que ahogar al banquero con tus pretensiones.
Es decir, no siempre tienes que salirte con la tuya a la hora de negociar una hipoteca.
Habrás leído en decenas de sitios que debes ponerte firme ante el banquero y solicitar todo lo que quieras.
Y que él, como perro sumiso, debe aceptar todo lo que pidas.
Pues no.
La realidad es muy distinta.
Recuerda que la operación es un negocio para ambos.
Si uno gana y el otro pierde, no hay negocio.
Debes aprender a crear una relación win-win que permita al banquero justificar ante el departamento de riesgos (el que realmente concede tu hipoteca) que la operación es rentable para el banco.
Porque por muchos Excels te digan que así salen tus números, si al banco no le salen los suyos olvídate de la operación.
Esto es un arte que poco a poco se va aprendiendo, el arte de detectar qué necesidades tiene el banco en ese momento.
¿Necesitan vender más de un cierto tipo de seguro?
¿Quieren que tengas una alarma durante un año?
Estudialo, pero hazlo con datos.
Después de escribir Financiación inmobiliaria: cómo conseguir la mejor hipoteca me di cuenta de que la gente necesitaba tener argumentos para razonar qué condiciones aceptan.
Por eso, incluyo una hoja de Excel que te permite saber si las vinculaciones que el banco te ofrece son rentables para ti.
Para que hables con ellos con argumentos en la mano.
Porque alomejor ellos necesitan que aceptes un seguro que a ti, haciendo bien los números, te interesa.
La guía que te permite obtener la mejor hipoteca posible según tus condiciones.
PD: arriba.